Los centros de día son instalaciones especiales para la tercera edad, donde un grupo de profesionales se dedica a la prevención, tratamiento y cuidado de personas mayores. Los abuelos pueden seguir viviendo en su casa, donde están durante las noches, de esta forma no existe una desvinculación total con su ambiente de referencia, su entorno, ya que no se encuentran en situación de total dependencia.

Los centros de día podrían considerarse el paso intermedio entre la total independencia de la persona y la estancia en una residencia. Un paso tremendamente necesario para mejorar la calidad de vida y disminuir los efectos de la edad.

En los centros de día las personas mayores pueden, no sólo aprender cosas nuevas, sino reaprender cosas que se les hayan olvidado y, por supuesto mejorar de la mano de equipos profesionales, encargados de cubrir las principales áreas del cuidado en salud física y mental.

Hay un desconocimiento por parte de la sociedad de lo que es un centro de día. Mucha gente lo define como un lugar de ocio, un lugar en el que sólo está entretenido al abuelo. Un centro de día aporta más que eso, es un lugar en el que la tercera edad recibe tratamientos por sus patologías y también prevención del envejecimiento para mantener una mejor calidad de vida, siempre teniendo en cuenta su entorno familiar, ya que tan importante es tratar al abuelo como a su familia, explicándoles, informándoles y haciéndoles partícipes en el cuidado y mejora del abuelo.

Un centro de día, por tanto, es una opción a tener en cuenta para prever, reducir y mejorar la calidad de vida de las personas mayores, sin olvidarnos de que esto lleva implícitamente una mejora en la calidad de vida de los familiares.